El uso de las tecnologías de la información y la comunicación en el quehacer universitario

La sociedad del siglo XXI exige nuevos retos, nuevas formas de concebir y de plantear los conocimientos, y con ello, se espera que las universidades tanto públicas como privadas, vayan incorporando en sus currícula los cambios que se requieren para ofrecer una mejor calidad de la oferta académica.

En este contexto, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, juegan un papel fundamental en el quehacer universitario, desde los aspectos administrativos y organizacionales de las instituciones hasta su implicación en los procesos de la enseñanza y aprendizaje. Hoy día las Universidades han tenido que ajustar los programas de estudio, de tal manera, que las carreras que han sido tradicionalmente presenciales, ahora se ofrecen en la modalidad bimodal o virtual. Lógicamente esta nueva oferta educativa, ha obligado a las autoridades y personal de las universidades a realizar ajustes importantes en diferentes sentidos: articular el proceso educativo a distancia con la misión, con las políticas y la prácticas educativas, en alguno casos, se ha hecho necesario la ejecución de diseños o rediseños de las carreras, la estructuración y secuencia de los cursos, número y valor en créditos, requisitos y correquisitos, los recursos, materiales, herramientas (laboratorio de informática), el planeamiento didáctico, apoyo y seguimiento a profesores y estudiantes, la evaluación de los aprendizajes y la metodología, son algunos de factores que se deben de contemplar de manera muy particular en el diseño de una plataforma virtual.

Por otra parte, las funciones a cargo del tutor y del alumno, en una plataforma virtual, tienen un carácter más constructivista, donde el alumno se destaca por construir sus propios conocimientos y el tutor es un guía o facilitador del proceso; entre algunas de las responsabilidades del estudiante, están: distribuir adecuadamente su tiempo para cumplir con las tareas asignadas por el tutor, participar activamente en las actividades colaborativas en un tiempo prudencial, tener dominio de los recursos tecnológicos, organizar la información utilizando diferentes herramientas, en el caso del tutor, brindar instrucciones claras y darle seguimiento a las actividades desarrolladas por el alumno, debe retroalimentar sus intervenciones, mostrar cercanía con el estudiante y no ser excesivamente rígido.

Asimismo, en una plataforma virtual, se debe considerar la forma en que interactúan los elementos de la enseñanza y aprendizaje -contenidos, objetivos, recursos, actividades, evaluación-dado que al utilizar la metodología de e-learning se tendrá que tomar en cuenta las limitaciones y posibilidades que nos ofrece este medio. Por ejemplo, es importante considerar en el uso de las plataformas virtuales lo siguiente:

1. El usuario: El alumno será el receptor, tendrá un rol muy participativo, colaborativo e independiente, es necesario que conozca las condiciones para acceder y para manejar las plataformas tecnológicas.

2. La plataforma tecnológica: se debe tomar en cuenta el tipo de plataforma que se va a usar para aplicar los diseños, esto determinará el formato de los materiales que se colocarán en la plataforma, de tal manera, que el alumno los pueda descargar y sean interactivos

3. La usabilidad: El grado de usabilidad que tendrán los materiales didácticos, el formato del material dependerá del diseño de la interfaz, de la interacción alumno-ordenador y del diseño gráfico de los contenidos

4. El material didáctico: El tipo de materiales didácticos que se diseñará, la estructura de los contenidos, éstos permiten un desarrollo acorde con el mensaje que el profesor quiere trasmitir.

Por último, el planteamiento anterior, es una muestra del curso Entorno y formación flexible y a distancia, llevado con el profesor Edgar Salgado García, (ULACIT), quien mediante sus enseñanzas he podido adquirir una serie de experiencias relacionadas con los entornos virtuales, las cuales, me van a permitir mejorar la calidad de los procesos de la enseñanza y aprendizaje, y sobre todo, sentirme perteneciente a una cultura virtual universitaria.

Marlene Aguirre Chaves